"Se dice -y yo así lo
creo-
que es difícil conocerse a uno mismo;
pero tampoco es fácil
pintarse a uno mismo"
Vincent Van Gogh ("Cartas a Theo")
Conocemos
opiniones acerca del origen del arte entre las que se aprecian
amplias divergencias: unos explican el origen del arte como una
especie de invención espontánea (tenía sus raíces en el deseo
humano del adorno); otros lo asociaban al desarrollo de la magia y de
los ritos; incluso hay quién va más allá y sitúa como fuente
más profunda de expresión artística la ansiedad y el miedo del
hombre: su "angustia cósmica". En resumen, agradar o
evocar.
Podríamos
entonces decir (si optamos por la última afirmación) que el arte
surge como una experiencia fundamental que brota de la pasión
innata del hombre de construir un medio de expresión de su vida
interior, de "la necesidad de dar forma a la noche que le
envuelve", incluso podríamos afirmar que el arte surge como
una estricta cuestión de supervivencia.
Con esto me atrevería a plantear otra cuestión: las líneas y formas que nuestros antepasados trazaron sobre la arcilla con sus dedos, ¿obedecen a la casualidad o bien están cargadas de significación simbólica y responden a una necesidad?; es más. ¿ sería esta necesidad manifestada a través de sus manos con el fin de dejar una huella, algo de él mismo que perdurara y, por lo tanto, podría tratarse en cierto modo de un tipo de "autorretrato"?
Con esto me atrevería a plantear otra cuestión: las líneas y formas que nuestros antepasados trazaron sobre la arcilla con sus dedos, ¿obedecen a la casualidad o bien están cargadas de significación simbólica y responden a una necesidad?; es más. ¿ sería esta necesidad manifestada a través de sus manos con el fin de dejar una huella, algo de él mismo que perdurara y, por lo tanto, podría tratarse en cierto modo de un tipo de "autorretrato"?
Trasladamos
estas cuestiones a nuestros días y la situamos en quienes son
esencia y futuro de nuestra sociedad : los niños (e incluso, en
nosotros mismos hace algunos… algunos años).
Desde
que el niño es muy niño… "se" pinta, se autoretrata
pues, si bien es cierto que no lo realiza como si de un autoexamen se
tratara, sí proyecta en el dibujo ("su" dibujo), la
necesidad de manifestarse, de estar, su presencia, la búsqueda de su
lugar y posición en la familia, en la escuela, en la sociedad y , en
definitiva, en el medio que le envuelve. Es
una forma de creación, de dejar su huella, un rastro, una creación
en definitiva.
A
través de su obra, el niño se "expresa", se proyecta a
sí mismo y a su entorno (en el que tiene que "subsistir"). El
dibujo del niño contiene, por tanto, la esencia del ser humano:
expresión y subsistencia, ambas manifestadas a través de ese: "mira
papi/mami, éste soy yo" .